martes, 1 de mayo de 2007

BUKOWSKI

Arte
Cuando el
Espíritu
Se desvanece
Aparece
La Forma.



Charles Bukowski




VOCACIÓN


Quizá en 1987 o 1988. Eran mis inicios en la Universidad de Antioquia, tenía sólo 20 años y una avidez inusitada por la literatura. Eran unos tiempos de oscuridad y de miedo, en los que las muertes y la configuración de todo el odio que nos aplasta, estaba tomando un nuevo aire. En la U sentíamos un viento enrarecido. Hector Abad Gómez fue asesinado y estábamos por entrar en un letargo de 8 meses. Mi afición a las bibliotecas me hizo recorrer los sinuosos y oscuros pasillos de la biblioteca de la U. Sabía que allí habían muchos tesoros, esa era la sensación siempre que navegaba por sus interminables filas de libros. Recuerdo que me paraba frente a los estantes y simplemente escogía una letra y la recorría completa, mirando sólo los titulos y dejandome atraer por ellos. Mientras los demás estaban en sociología de la comunicación, psicología de la comunicación y medios de comunicación masivos, yo saltaba de Philith Roth a Borges, de Joseph Conrad a Ítalo Calvino, de Isaac Asimov a Hemingway, de Jane Austen (¡) a Dostoviesky, en fin había allí una mina que quería explorar de principio a fin, un camino tortuoso que definiría mi vocación por los hallazgos sin guía, esa obsesión por descubrir y ser el primero. Pobre de mi, cuando nunca se es el primero ni siquiera consigo mismo.

Entonces un día en el estante un libro se me presentó, literalmente salió y me olió, despedía un tufíllo a alcohol y tabaco: Se Busca Una Mujer, Charles Bukowski. Como siempre, lo tomé en mis manos y lo hojee, pensé en dejarlo nuevamente en la estantería, pero algo me movió, un cuento: Deje de Mirarme Las Tetas Señor. Empecé a leerlo allí parado en el corredor. No pude parar hasta el final y me convertí en una fanático del gran Hank. Era una prosa fenomenal, como nunca la había leído. Las historias sin referente y esa vitalidad sexual, genital e iconoclasta, fueron un golpe directo a mi cabeza. Devoré ese libro en un solo día y empecé a cargarlo dejando que todos mis amigos lo leyeran en los entretiempos. Al poco ya eramos varios fanáticos y algunos detractores.

De esa manera como encontré a Bukowski, he encontrado muchos cosas en la vida, excepto una vocación verdadera.



poesía



se

requiere

de mucha

desesperación

insatisfacción

y desilusión

para escribir

unos

pocos

buenos

poemas.

no es

para

todo mundo

ya sea para

escribirlos

o siquiera

para leerlos



Charles Bukowski





1 comentario:

Anónimo dijo...

dos y 10 de la ma;ana,,acabo de ufff,,,,tengo clase a las siete am,en fin,,,el mundo es un azar, pero voy a leer a bukowski,que chiripaso,,que buscando una cancion fui a dar a su blog,,,parce,,lea,,esto que yo escribi http://periodicocantaleta.blogspot.com/2007/09/todo-es-una-mierda-por-hctor-herrera.html