viernes, 20 de febrero de 2009

LÍBIDO

Creo que saldrá una versión reducida de esta crónica que hice sobre este sitio underground para el periódico Universo Centro. El único lugar con mística rockera que existe actualmente en Medellín. Lo publico completo, con sus fotografías originales. Agadezco la colaboración de Fernando Mora y Jader Cartagena.




Corre la voz. Unos metros abajo del Bosque de la Independencia, hoy Jardín Botánico, se encuentra Líbido. El lugar donde concluye la noche, o mejor donde comienza para aquellos que no quieren dejarla ir.

El lugar está al costado izquierdo sobre una de las vías principales que conducen a Campo Valdez, Aranjuez, Santa Cruz y los Populares. Sólo abre los viernes y sábados. No tiene ningún aviso en su fachada. Para llegar allí es necesario conocer la ubicación precisa. Es una casa vieja, con dos ventanas con rejas de hierro y una puerta de aluminio. Al frente un árbol gigante de caucho. Pero si vas demasiado ebrio, quizá la próxima vez no puedas llegar de nuevo, conozco algunos amigos que han tenido que devolverse, frustrados por no dar con la casa, a pesar de haber pasado por su frente varias veces.

Tampoco hay teléfono allí, sólo un armazón de plástico que sirve de adorno. Y, es posible, que al entrar dejes de recibir tu señal de celular. Esto le ha significado a muchos la separación o la prohibición de volver allí.

Líbido se ha convertido en un referente en la Ciudad. Es el sitio para rematar, pero no es para todos los gustos. Quienes lo conocen no hacen alarde y quienes nunca han ido crean imaginarios sobre sexo desenfrenado, drogas ilimitadas y rock mucho rock. La verdad es más compleja y quizá lo único cierto sea el rock and roll y la vivencia de un sitio oscuro, denso y gótico.

En Líbido confluyen todas las ansias de libertad y a veces se produce la chispa que desata todas las inhibiciones y la rumba puede llegar hasta las diez de la mañana; eso si, casi siempre empieza mucho después de la medianoche, pues el plan casi nunca incluye, para muchos de los asistentes, este final.

Por eso para llegar a Líbido es necesario beber bastante y entrar en ese estado de desenfreno en el cual todo es posible y la vida es bella y eterna. El periplo puede empezar en el Parque del Periodista o del Poblado, seguir en algún bar de rock o de salsa y finalizar en Líbido a las 3:00 a.m. Hora pico del lugar.

No se puede definir este antro. Siempre es un lugar que se le ocurre a uno de los ebrios que nos acompañan y que tiene un buen recuerdo, pues allí, en medio de las paredes húmedas y descascaradas, los baños mugrosos y llenos de orín y el ambiente denso por el humo, sintió esa energía que te conecta con los dioses y se hizo adicto.



Tocas la puerta y entras. Dos personajes indefinibles como el lugar te cachean y te cobran un cover mínimo; no entiendes por qué. Sigues y tus ojos intentan acostumbrarse a la oscuridad, estas en la sala de una casa, al fondo un closet se mueve, pero no puedes asegurarlo. En la habitación contigua hay una cama y algunos muebles, está iluminada solo por una luz negra, las paredes pintadas con motivos fantasmales te invitan a perderse en ellas.

Enseguida otra habitación amoblada y al fondo un pasillo donde reconoces las filas para el baño y con el poco olfato que te queda, el olor ácido a orín, cigarrillo y alcohol.

Hay gente, mucha gente, pero no distingues a nadie. Está demasiado oscuro.

Sigues y encuentras el patio de la casa, también lleno de pinturas de fantasmas oscuros, decorado con baldosas de arabescos, como las de la casa de la abuela, y al fondo una barra y en ella Mario Líbido, quien parece alguien que se ha colado de la fiesta para ser el barman y tocar la música; pero no, es el dueño de casa. Pues estamos en Líbido, la casa de Mario; definición más aproximada de este lugar de la noche.



Una vez adentro nadie te mira ni determina. Puedes contorsionarte, saltar de cabeza o hablarle a cualquiera de las pinturas y será totalmente normal. Puedes fundirte en un abrazo con un desconocido, con un metalero, un punkero, un abogado, un artista o un pillo y todo será natural. En Líbido puedes quitarte las máscaras y ser sólo uno más de la jauría humana; ser libre y mirar hacia arriba y claro ver el techo lleno de humedad y la pintura cayéndose y formando diseños abstractos que nunca te imaginabas contemplar, hermosos te dices. Te preguntas sobre lo divino, lo humano ha dejado de importar.

Luego suena The Doors. Te desconectas:


You know the day destroys the night
Night divides the day.
Tried to run, tried to hide
Break on through to the other side
Break on through to the other side
Break on through to the other side



Cantas y sólo puedes brincar y contorsionarte.

Luego te rodea un tumulto, no te das cuenta y comienza el pogo. Pero no te importa, es como una forma de comunicación, no sientes dolor, te caes y te paras y buscas los cuerpos con ansia de golpear y ser golpeado. Gritas un coro que no escuchabas hace mucho tiempo:

Hit Man Hit Man
You're Not Afraid To Die
Hit Man Hit Man
You Make Me Wonder Why
Hit Man Hit Man
You Really Rock The Joint
Hit Man Hit Man
You Get Right To The Point

Todo se hace más suave, el dulce olor de la hierba te atrapa. Recuerdas épocas pasadas. Las canciones se suceden, bailas y luego te sientas, bebes otro poco. Miras el reloj y te das cuenta de la hora, pero no importa. Suena Nirvana y quieres pararte al pogo, pero todos se abrazan y gritan:

With the lights out, it's less dangerous
Here we are now, entertain us
I feel stupid and contagious
Here we are now, entertain us
A mulatto, an albino
A mosquito, my libido, yeah



Te dices que esa canción siempre debe sonar allí. No hay ninguna más apropiada.
En cualquier momento de la noche llega la policía. Pero no hay requisas, no hay ninguna variación. La música rebaja un poco y el humo denso escapa rápidamente por el patio y te das cuenta que se puede ver un pedacito de cielo desde adentro y con suerte la luna y con más suerte sentir la lluvia allí mismo mientras suena Shadowplay de Joy Division.




Aprovechas la pausa y Mario te dice que allí es el lugar de la tolerancia, Sin máscaras, sin pretensiones. Que esa es su casa y donde tiene la vida y el alma. Mario te cuenta que estudió pedagogía y que quiere trabajar, ser maestro, mientras tanto piensas en dejar de trabajar y tener un lugar así como ese para liberarte.
Se lo dices y él te cuenta que siempre ha sido su sueño tener este lugar, que empezó hace trece años allí, con una grabadora en el garaje. De este tiempo acá sólo ha tenido público hace 5 años, los otros 8 los pasó solitario en Líbido. “Hice esto en contra de la familia, los vecinos y la iglesia que queda en la esquina y en la que me acusaban cada fin de semana de satánico. Pero seguí constante, pues encontré aquí mi energía. Quizá por que en esta casa velaron a mi padre, en esa sala”.

Los policías beben gaseosa en un rincón. Uno de ellos le pregunta a Mario si las paredes y el techo están descascarados intencionalmente como decoración. Mario le contesta que las paredes y el techo de Libido están vivos y que le agradecen cada vez que pone música, pues se les va la humedad y el tiempo que las corroe. Los policías ríen y se van. Por esta noche han dejado tranquilo a Líbido y la gente sigue llegando.



Sube de nuevo el volumen y Mario toma un micrófono, con voz ronca grita frases de tolerancia, invita a hacer el amor detrás de las cortinas, en el closet. “Cuidado con el dedo gordo de la Novia” y concluye con una canción de Metallica que suena atronadora y maravillosa.

Luego suenan grupos de rock, punk y underground de Medellín. Frankie ha Muerto. Encisos After The Rain. Nepentes. IRA. Fértil Miseria. Luego el pogo y en medio de todo una canción de Hector Lavoe. Algunos se acercan y hablan con Mario, el dice que eso es pedagogía de la tolerancia.

Cuando el primer rayo de sol despunta por el patio. Huyo hacia la salida. Con los ojos inyectados de sangre , miro por última vez a Mario y me despido. Levanta la mano y me recita una poesía que no recuerdo, sólo que finaliza:
“Dios te bendiga y te deje en el infierno 78 años”

lunes, 2 de febrero de 2009

Frankie Ha Muerto

El grupo toma su nombre de una Canción (Frankie Teardrop) del legendario duo Suicide (Alan Vega/Martin Rev), cuya narración nos describe una situación común para esta y otras épocas, un padre atormentado al ser despedido de su empleo, mata a su esposa e hijo y luego se suicida. Ahí va la letra y luego el resto de la historia.

Frankie teardrop
Twenty year old Frankie
He\'s married he\'s got a kid
And he\'s working in a factory

He\'s working from seven to five
He\'s just trying to survive
well let\'s hear it for Frankie
Frankie Frankie

Well Frankie can\'t make it
\'Coz things are just too hard
Frankie can\'t make enough money
Frankie can\'t buy enough food

And Frankie\'s getting evicted
Oh let\'s hear it for Frankie
Oh Frankie Frankie
Oh Frankie Frankie

Frankie is so desperate
He\'s gonna kill his wife and kids
Frankie\'s gonna kill his kid
Frankie picked up a gun

Pointed at the six month old in the crib
Oh Frankie
(scream)
Frankie looked at his wife

Shot her
(screams)
\"Oh what have I done?\"
Let\'s hear it for Frankie

Frankie teardrop
Frankie put the gun to his head
(screams)
Frankie\'s dead

(screams)

Frankie\'s lying in hell
(screams)

We\'re all Frankies
We\'re all lying in hell
(screams)



Fabio Garrido vocalista de Frankie, estudió conmigo en el Pascual Bravo, en esa época intercambiamos los casetes que Carlos Aguilar me grababa, recuerdo especialmente ese de Suicide y la conmoción que nos significó escuchar esa música. Estaban recien iniciados los ochenta y para Carlos Aguilar, ese disco ya era un clásico, hacía parte del primer trabajo de Suicide editado en 1977.

Todo esto porque vi en el desgastado Canal U, un concierto cuya fecha no pude adivinar, allí participaron varios grupos incluyendo a IRA y Frankie; y, en medio de las aburridas intervenciones de un presentador peludito, bajito y solladito, acompañado de una muda, vi a Frankie interpretando varias de sus canciones. Me conmovió especialmente Luna de Smoking, que según Fabio está inspirada en el grupo Tuxedomoon.

Frankie es un grupo sólido, cuyas temáticas están en un nivel muy alto y cuya ejecución musical es impecable. Vayan loas para Fabio y todo su grupo. Esperamos Frankie para rato.