martes, 3 de abril de 2007

Nada que hacer, medios de Medellín

Esta mañana decidí crear este blog; hablar y decir algo no agotará la realidad, pero es probable que otros también se unan a estos millones de pequeñas voces que desde acá hasta la Patagonia queremos cambiar algo del mundo.

Empiezo con una pequeña reflexión, RADIO:

Se acabaron desde hace mucho las emisoras de buena calidad en nuestro medio. Quiénes añoran, por ejemplo, Stereo Azul, cuando la programaba Carlos Aguilar (ese icono del rock en Medellín, a quien estamos en mora de hacerle un homenaje); o recuerdan La Voz de la Música, cuando llegó la ola heavy a nuestra Ciudad. Pienso en Radio Disco y ese programa fabuloso que se llamaba Disco Music Saturday Night; en esas listas de Radio Disco y Radio Ritmos en las que no era raro escuchar New Wave, Post Punk y Techno; bueno eran otras épocas y allí aprendimos muchas cosas que la música nos ofrecía. La pretensión no es hacer una arqueología, es quizá contrastar con la aridez de estos días, en los que no existe una sola opción musical decente, para quienes amamos el Rock.

Encender la radio y encontrarse con Doni Miranda es una pesadilla. Ese al lado de un tal Clásico Herrera, de la funesta Vicky Trujillo y de otros “ochenteros” tienen un negocio montado en el cual muelen, trillan y vuelven a moler las mismas cancioncitas de siempre y santa aburrición: no hay nada que hacer, frente a la música bobalicona que ellos creen ama la gente de nuestra de Medellín.

Darle la vuelta al dial y escuchar lo siguiente: “… electro jazz, dark Folk, chill out, lounge, pop alternativo, vanguardia…” en fin una sarta de términos para descrestar esnobistas calentanos. Porque el bostezo es inimaginable. Localizada en el 95.9 Cámara FM, te vende un concepto muy cool, muy de avanzada, hey somos nosotros y los demás indios que se jodan. Es new age con otras denominaciones de origen. Es ¡adulto contemporáneo!!!!!! No se pudo inventar el señor director de esa emisora una programación más aburrida, sosa, incolora y apropiada para producir sueño. Es una mezcla de new age con valium, fulminante para el gusto y desconcertante con la terminología. El mensaje es: la música no importa, sólo los nombres y las categorizaciones y el concepto, por supuesto, al final escuche a ver…pero claro al final es inaudible el sonsonete. Conozco personas con gusto refinado, con conocimientos y con gran recorrido musical que se han quedado descrestados… con lo impotable de esa programación. Con razón en el estudio de medios Cámara FM, rebajó de 12 mil a 6 mil oyentes…

Sigamos dando la vuelta al dial… desierto … reggaeton… despecho…desierto…vallenatos… plancha… desierto…

Dicen por ahí, que en la emisora de la UN hay unos buenos programas. Pero, dónde está esa emisora, quién sabe el dial, cuál, no… no lo encuentro… estará acá… no nada creo que está caída la señal…

Otra vuelta al dial y sigue el desierto y “tropicana te mueve…”

En fin la reflexión es que no existe una emisora que sea vital, contemporánea y atienda una programación pensada con inteligencia, pero también con gusto. Que falta nos hace CARLOS AGUILAR.

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